¿Qué pueden aportar las nuevas tecnologías a la enseñanza de lenguas extranjeras?
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| Imagen extraída de https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:La_Tecnolog%C3%ADa_y_la_Educaci%C3%B3n.jpg |
Las TIC son
una realidad, viven entre nosotros desde hace años. Sin embargo, parece que ha sido en
esta última década cuando el mundo se ha cerciorado del impacto que han tenido
(y continuarán teniendo) las TIC en nuestra sociedad, tal vez por la aparición
de los teléfonos inteligentes o smartphones
que nos han hecho vivir, literalmente, pegados a la tecnología. La comunicación
y el acceso a la información han cambiado de un modo vertiginoso y los docentes
no podemos permanecer al margen de esta realidad sociológica pues, al fin y al
cabo, ¿qué es una lengua sino comunicación?
Las nuevas
tecnologías están ahí a la espera de que les saquemos el mayor provecho
posible; es tarea nuestra conocer cómo podemos implementarlas en el aula (o
fuera de ella, sobre todo) para mejorar el aprendizaje de nuestros alumnos. Las
posibilidades son infinitas: blogs, wikis, redes sociales, material
audiovisual, aplicaciones, sitios web, cuestionarios online…
Ahora bien,
¿qué efectos positivos puede tener todo este mundo virtual en el aprendizaje de
lenguas? Pongamos el ejemplo de un blog. Con la creación de un blog, ya sea
personal del alumno o colectivo de toda la clase, creamos un espacio personal y
real en el que se pueden llevar a cabo diferentes tareas comunicativas. Y con
real me refiero a que la tarea no se limita a entregar una actividad y que el
profesor la corrija, sino que el trabajo del alumno es interactivo, puede
llegar al público y recibir feedback, tal como sucede en el día a día. Además,
el estudiante sabe que otras personas leerán y comentarán lo que publique en su
blog, lo que puede incrementar su motivación por realizar la tarea. También se
otorga una libertad y una autonomía al alumno que es enriquecedora en su
aprendizaje, así como la posibilidad de que entre mucho más en juego el
componente afectivo. Por ejemplo, podemos proponer a nuestros alumnos que
realicen sus presentaciones en el blog, o que hablen de su último viaje o de
sus aficiones y adjunten fotografías, vídeos o audios. El resultado final será
mucho más interesante y esto puede hacer que se despierte aún más la motivación de
todos los alumnos.
Esto sería
solo un simple ejemplo de las ventajas que podrían aportarnos las nuevas
tecnologías en la realización de unas simples tareas. Sin embargo, existen muchos
otros beneficios. La posibilidad de realizar trabajos colaborativos y cooperativos
fuera del aula se ha vuelto una práctica al alcance de todos; los alumnos pueden
realizar tareas en entornos virtuales colaborativos, como wikis o Google Docs, y
comunicarse mediante un sinfín de aplicaciones, como las de mensajería
instantánea. Otro beneficio es la accesibilidad, una característica implícita
que suelen tener las nuevas tecnologías; permiten acceder a ellas en cualquier
lugar, en cualquier momento, al alcance de un clic. Seamos realistas, es mucho
más común ver por el metro a jóvenes y adolescentes con sus smartphones que con
papel y boli. Parece ser también que las nuevas tecnologías son mucho más
atrayentes al público en general, por lo que incluirlas en la enseñanza se
traducirá, seguramente, en una motivación o interés mayor por parte del
estudiante.
Por lo
tanto, por estas y muchas otras razones, los docentes debemos saber integrar
las nuevas tecnologías en el aula, modificando la programación e incluyéndolas
en la metodología para sacar el máximo jugo del aprendizaje de nuestros alumnos,
un aprendizaje que cada vez más puede darse fuera de las cuatro paredes. La
integración de las TIC, no obstante, debe realizarse de forma adecuada y planificada
para conseguir su eficacia. De hecho, la UNESCO creó el Marco de Competencias
de los Docentes en materia de TIC, en el que se recogen las competencias necesarias
para incorporar las TIC en la educación. Así pues, las nuevas tecnologías, además
de las ventajas que pueden aportar al proceso de aprendizaje de lenguas, deben
entenderse ya como una necesidad de los alumnos y, por ende, también de los
docentes.

Completamente de acuerdo con tu reflexión. No solo es indiscutible que las nuevas tecnologías forman parte de la vida de jóvenes y adolescente sino que, cada vez más, tienen también un papel fundamental en la vida de muchos adultos. Quizás la finalidad no sea la misma -jóvenes por diversión y adultos por trabajo- pero por un motivo u otro vivimos rodeados de ellas y porqué no sacarles el máximo partido para la docencia también.
ResponEliminaYo también estoy de acuerdo. Están aquí y han venido para quedarse, así que aprovechémoslas para nuestras clases de manera significativa. Como bien expone Francisco, tienen un montón de ventajas.
ResponEliminaUn abrazo,
Ocarina.